Érase una vez una piedra que estaba maldita. Hace mucho tiempo la sacaron del monte en una cantera y la tallaron para una ermita de un pueblo de la comarca pasiega. Hoy la ermita está en ruinas.
Al cabo de un tiempo alguien decidió aprovecharla y la colocó como parte inferior de una ventana en una casa nueva del pueblo. Hoy la casa está en ruina.
Esa piedra está maldita.
¡Hasta la regolvía!